domingo, enero 27, 2008

sumario de tesis, a entregar di tu tipo ya (pero no realmente).

Número mínimo de palabras para la tesis: 15,000
Número máximo de palabras para la tesis: 25,000
Número de capítulos a escribir: 3

Número de archivos en la carpeta "la innombrable": 7

Número de capítulos escritos hasta el viernes 25: 2.
Número de palabras escritas hasta el viernes 25: 21,280 y pico.

Número de capítulos escritos hasta el sábado 26: 1 1/5
Número de palabras escritas hasta el sábado 26: 13,000 y pico.

Número de capítulos escritos hasta el domingo 27: 1 2/5
Número de palabras escritas hasta el domingo 27: 15,000 y pico.

Número de palabras borradas entre viernes y domingo: suficientes para armar 2 tesis completas.
Número de duchas entre viernes en la noche y domingo: 6
Número de veces en que se me ha dormido el trasero durante el domingo: 14
Número de cigarrillos fumados el domingo: 7
Número de tasas de café tomadas el domingo: 4
Número de veces en que aparece el término "moral" en el último párrafo escrito: 5
Número de horas que dormiré esta noche: 0
Número de palabras que espero haber escrito para el lunes a primera hora de la mañana: 22,000 o 23,000.
Número de posts que no debería estar escribiendo en este momento: 1.

{Addenda}Las conclusiones que hasta el momento se derivan del trabajo monográfico:
-1. El tubo tuvo la culpa.
-2. El incontinente, como Bety, no era tan mala muchacha.
-3. Edipo fue un bacán, no por bueno, sino por llorón.
-4. Aristóteles es un viejo careperro.
-5. Irwin es un viejo carenutria.
-6. Meyer le pegó al perrito.
-7. Nussbaum echa mucha lora, pero vale la pena.
-8. Al que no quiere sopa, se le tienen que dar dos tazas, para que quiera sopa.
-9. Uno se pasa la vida diciendo cosas que parecen obviedades pero son complicadísimas y pensando que dice cosas complicadísimas que resultan siendo obviedades.
-10. Las primeras 10,000 palabras de cualquier texto son prescindibles.
-11. Las siguientes 10,000 palabras son mentirosas.
-12. Abuso de los términos "términos", "aspectos", "criterios" y "condiciones".
-13. Hacer tesis en filosofía antigua debería ser ilegal.
-14. Estoy empezando a sospechar que no hablo ni leo inglés, ni escribo español.
-15. Ponchis me odiará por alguna, o algunas, o todas las siguientes razones:
a. digo mentiras en nombre de Aristóteles
b. lo tengo de director y no le paso avances nunca
c. presentaré la peor monografía jamás escrita y él quedará como un bobazo
d. muy de frente propongo algo que ya me dijo que "no le sonaba"
e. le digo "Ponchis" a sus espaldas y "Maestro" en su cara
f. he pensado seriamente en traicionarlo y hacer la tesis en Derridá

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miércoles, enero 16, 2008

De lo antinatural.

Probablemente una de las cosas más tristes de vivir en un país como este sea notar como día a día los estándares de moralidad se bajan varios escalones permitiendo las más grandes aberraciones y despropósitos en aras de una creciente -y debo agregar, corrupta- 'política de tolerancia'. Lo que en antaño constituía la mejor manera de aproximarse a la gente de bien, discriminándola del populacho, hoy en día es juzgado por estas oh tan libertinas juventudes como un valor pasado de moda y una mojigatería remojada. Parecería ser que hoy en día se considera que el progreso se inscribe en un anarquísmo opinionado, en que cada cual piensa y hace como le place sin la menor consideración a los estándares, los cánones, las leyes grabadas en piedra, el permiso o la aprobación de los papás y los abuelos. Hoy en día todo vale, o todo quiere valer.
Ya se sabía, desde que a principios del siglo pasado se empezó a considerar bello un urinal en un museo; ya se sabía desde que ese muchacho impúdico hoy mal llamado 'El Rey' empezó a menear vulgar y pornográficamente las caderas en frente de muchachitas apenas en edad de merecer, haciendo pasar su grotesco espectáculo por música popular; ya se sabía desde que en el billete de mil no quisieron poner a Laureanito y pusieron a ese otro moreno gritón; ya se sabía cuando dejaron entrar a las urnas y a las aulas a tanta mujer que en lugar de estar buscando marido y protector, buscaba dizque 'salir adelante'. Ya se sabía que ibamos a parar en éstas terribles épocas, en las que el cepo del Señor nos azota a todos por culpa de la conducta inmoral e irrespetuosa de otros, en las que la sociedad se desintegra desde su unidad básica -la familia- y nos deja viviéndo en este país agobiado y doliente, otrora semillero del bien y poseedor de un júbilo inmortal.
Se nos infiltró el comunismo, el ateismo, el esoterismo, el rock, el matrimonio civil y los hijos naturales por pensar que la regulación de las normas de conducta no dependía de la unión sacra entre Estado e Iglesia. Se nos metió por debajo de la piel la idea aquella de que puede hablarse de política en la mesa, de que puede comerse carne los viernes de cuaresma, de que está bien que las niñas anden de zapatos deportivos y pantalones en las reuniones sociales. Y todo por creer en eso que llaman valores democráticos y libertad de expresión, de prensa, de habla y cuanta otra pantalla ridícula se hayan inventado para excusar la inmoralidad y la decadencia de tanto desmemoriado que no valora la época dorada de la Santa Inquisición.
Y es que hoy en día hasta los periódicos y noticieros publican noticias que rayan en lo blasfemo, dando al ignorante pueblo razones para hacer apologías de su indecible corrupción. Mil veces he oido y leído razones ridículas para no enmendar conductas, para no ir por el recto camino, por el camino derecho, natural, del Señor.
Una cosa es clara, la naturaleza tiene dictámenes estrictos, inviolables, evolutivamente determinados que han de ser ante todo respetados. Y sin llegar siquiera a aceptar la teoría de la evolución -porque, he de decir, eso es una patraña cientificista para promover el ateísmo y la infidelidad a la Iglesia-, hay que decir al menos que lo que es natural es mandato divino y lo que es deseado por el Señor es aquello que constituye lo natural. Parece haber quienes no entienden lo simple de este infranqueable argumento y recurren a explicaciones cada vez más enrevesadas y poco convincentes para escudar sus faltas. Citan la "demostración científica" de la propensión genética para su condición, aluden a estudios neuro-científicos en que muestran que un hemisferio del cerebro incide más en su conducta de lo que ocurre con la gente normal, alegan que no es una elección, que "nacieron así". Se citan ejemplos de sociedades antiguas -todas ellas aplastadas, degradadas y descompuestas, quepa decir- en las que tales ignominias eran socialmente aceptadas, tratando de hacer que hoy y aquí se apliquen los mismos parámetros. Pues yo digo: "Patrañas. Es una elección de vida y si llega a ser cierto que haya tal cosa como una propensión a ello es porque al hombre se ha dado el libre albedrío y la inteligencia para discriminar el bien del mal y es su responsabilidad esforzarse hasta la muerte por tomar el buen camino".
Y es que no toma demasiado trabajo ver que el mundo está hecho para aquellos que siguen la naturaleza. Los instrumentos para producir hermosas obras humanas han sido desde el principio de los tiempos creados para ser utilizados rectamente. Intentar utilizarlos de manera diferente, contraria a su naturaleza, sólo resulta en abominaciones y errores inenmendables. El verdadero placer -aquél que es una alabanza implícita a la creación misma- es tan sólo posible si se lleva a cabo dentro de los parámetros de la normalidad. No es otra cosa que una enfermedad aquello que lleva al hombre a actuar en contra de la naturaleza. Y como toda enfermedad, tiene cura.
Estoy convencida de ello, cambiar por completo el patrón de vida es no sólo posible, sino también necesario para enmendar esta sociedad, para arreglar este mundo. No digo que sea fácil, pero con un poco de trabajo, puede llegarse a hacer las cosas 'por el derecho'. Yo misma soy muestra de ello, un testimonio viviente de la posibilidad de regenerarse e invito a todo aquél que comparta mi padecimiento previo a buscar la ayuda de quienes tienden una mano, a aceptar el camino que permitirá que estemos juntos en un mundo homogéneo y libre de degeneraciones.
Zurdos del mundo, ¡abandonen el camino siniestro, la lucha en contra de nuestra naturalmente prescripta destreza, la aberrante lucha contra las tijeras, los botones,los frascos de mermelada y las botellas de gaseosa! Escribir, lavarse los dientes, peinarse y abrir la puerta con la mano izquierda NO es natural, no es normal, no es aceptable; si permitimos que eso siga siendo tolerado pararemos en un mundo peor, donde destapar botellas con los dientes y manejar el carro con las rodillas pase también por algo nimio, donde los zurdos tengan más hijos zurdos y erradiquen por fin a los diestros del mundo. Yo abogo por la mano derecha, no gratuitamente Él está sentado "a la derecha" del Padre, se implantó el "derecho canónico", y la palanca de cambios de los carros está situada donde lo está -excepto en esos países infieles y paganos donde manejan como si el diablo fuera el copiloto-. Zurdos: regenerense ahora o padezcan en el infierno cortando por toda la eternidad letras en contact con tijeras de conejito!

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viernes, enero 11, 2008

"a mi como que me estafaron"

Tengo un saco gris, como de lanita no tan virgen. Me lo trajo mi madre de su viaje a Europa por allá en 1992. Para esa época, yo ostentaba 8 años de edad. Mediría más o menos el mismo metro con cuarenta que hoy día -pero a los 8 años eso puede interpretarse como una promesa de buena estatura en la posteridad-. El saco en cuestión, como la mayoría, tiene una etiqueta en la que se indica la talla. La cosa está en que no es la típica "8", "10", "12", etc., que cierta correlación guarda con la edad del infante a portarlo. Éste, por el contrario, dice "Height 170 cm" y a continuación "approx age 14/15 years". Supongo que mi madre lo compró pensando que yo cumpliría con las expectativas del fabricante y que seis años después del regalo mediría aquél metro con setenta que me permitiría portar el saco como estipúlan los cánones. Olvidó, por supuesto, que dado que ella y mi padre no son lo que uno llame particularmente aventajados en el tema de la estatura, tales pronósticos podrían estar algo viciados por la errada concepción de la constancia en el crecimiento de mi pequeña personita. Hoy, a mis 23 años y con todavía apenas metro y medio de estatura, he relegado al saco a un uso casero únicamente. Supongo que esperaré otros quince años, a ver si me sirve cuando ya entre al género del adúlto contemporáneo.

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Now playing: Rinôçérôse - La Guitaristic House Organisation
via FoxyTunes

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