Ni chiva, ni burra negra, ni yegua blanca.
Es cierto que le he perdido el ritmo a lo de la posteada. Es cierto que eso se debe en parte a que en el último mes he estado más tiempo dormida y/o bajo el influjo del alcohol que en disposición de producir. Es cierto también que debería haber estado trabajándole a las cosas que quedaron pendientes de la universidad, pero que, en cambio, he divagado acerca de cómo se tomaría Nietzsche un Martini o si Husserl conoció alguna vez Baden Baden. Y se fue acabando el año, llegó diciembre con su alegría y los 10 kilos de sobre-sobre peso que los malvados buñuelos acarrean, no finalizó ningún semestre y aunque no nos fuimos para ningún pereira y seguimos aquí sentados frente al computador estripando el mouse sobre el vinculito de "supporter statistics" y acostándonos a las 3 de la mañana después de una saludable dosis de Mythbusters. Y, aunque como lo dice el título, sin chiva, sin burra negra, sin yegua blanca pero con buena suegra, ha llegado el momento de hacer un pequeño balance del 2005.
1. Cuestiones paseísticas.
Empezó el año en Cartagena de Indias, lugar en el que cuenta mi madre que a la tierna edad de año y medio fuí intercambiada por la hija de un desconocido ( a la verdadera srta Rivera, donde quiera que hoy viva, un cordial saludo). Acompañada de la familia Gualdrón, disfrutamos de los placeres y displaceres de la diarrea del viajero, de la reglamentaria tanga amarilla en año nuevo, del mar y del pocicle. A diferencia de mi hermano, que fue al rodadero dos veces, y de mi madre, que cruzó el charco, a lo largo del año no se paseó más. Ni piscina, ni padrino en tanga narizona, ni nada de nada.
2. Cuestiones monetarias.
Empezamos el año con empleo, salario mínimo, sí, pero salario. Como la universidad es la encargada de repartir los cheques, no conocí la gloriosa sensación descrita por todo asalariado de lo que implica que "hoy es 15". Se procuró dar buen uso a cada céntimo ganado, por lo cual, de vez en cuando, el pub recibía una pequeña firmita al final del recibo de pago; la mayor parte, sin embargo, fue a parar a las arcas del gorete. El año finaliza bien, no tengo la jeta redonda de decir "oro", ni mucho menos, pero no me quejo. Cada año, la familia del lado materno, en la celebración de la noche buena, organiza un pequeño jueguito: se secuestra al niño Jesús del pesebre y se ofrece una cuantiosa recompensa para quien lo encuentre. Como usualmente es mayor la cantidad de culicagaos que de jóvenes-adultos, el límite de edad para participar está muy por debajo de mi ya no tan jóven condición. Sin embargo, ante la poquísima asistencia, este año se me permtió participar. Haciendo gala de mis habilidades de CSI (incluyendo el levantao de ceja tipo Gil Grissom), encontré al dulcísimo niño Jesús que dijo a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento y en persona suya a todos sus devotos unas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente. Me gané las lucas. Y un par de dólares.
3. Cuestiones laborales.
Se empezó con empleo, se terminó con empleo. Arriba el secretariado bilingüe!. Se empezó a incursionar en el mundo de la reseña literaria.
4. Cuestiones académicas.
Porfirio me puso 3.9, es decir, "no se me da la gana de ponerle 4". Por otro lado, se inscribieron dos materias en artes, la cosa parece ir bien por ese lado, pero hasta que no se acabe el semestre, no se sabe nada. Como dicen, it's not over 'till it's over. Se empezó el alemán en el Goethe Institut hace un año, pero de alemán, más bien pocón. El japonés completamente abandonado y los pocos intentos de aprender griego por mi cuenta, bueno... pocos. Se participó en el seminario de Timeo y se asistió con gusto a Pensamiento, Lenguaje y Acción.
5. Cuestiones estilísticas.
Me corté la greña agresivamente dos veces, se intensifica el parecido con la marrana flaca, en este momento podría hacer parte del cast de dragon ball z. Que sube que baja que vuelve a subir, ya lo decía Marbelle. Empecé a usar Jeans de nuevo; no me los cambio hasta que no se queden parados sin ayuda. Estoy en reñida competencia por el premio al menos veces bañado entre los ochentaypico miembros de mi familia.
6. Cuestiones varias.
Se descubrió Wir Sind Helden, 2raumwohnung, Mia, Juli, VJ! y otras bandas alemanas que auxiliaron el aprendizaje de la lengua alemana. Se descubrió a Papomán via Drayru. El setenta por ciento de las películas vistas durante el año no gustaron (he vuelto a la época runcha). Se descubrió que el licor convidado por profesores emborracha más que el que es pagado con el sueldito propio. Se parchó con Aponte bastantemente muy. Se empezaron muchos libros, se terminaron muy pocos. Se fundó Kokomo F.C. y se conquistó la liga VI.514. Se sigue estando muy enamorada y muy contenta. Se recibieron buenas noticias y se acaba el año con una mezcla extraña de angustia y emoción.